Por Juan Fº Glez Tejada

Hoy existe una anti-españa a las claras, que esta contra cualquier proyecto de convivencia en el marco territorial que los españoles hemos hecho en los últimos 500 años. Son los nacionalismos fraccionarios en palabras de Gustavo Bueno, los nacionalismo destructores porque no son, ni han sido jamás nación pero tienen como objetivo la ruptura de la nación, concepto Republicano que incorpora al pueblo con su soberanía a la labor de la arquitectura de un proyecto común de convivencia.

Nuestro Gobierno, al querer mostrarnos un escrúpulo exquisito con la soberanía nacional en palabras del presidente Rodríguez ZP. esta no solo prostituyendo el concepto de Soberanía Nacional sino que esta olvidando y despreciando a esta, porque esta olvidando que ese proyecto que ha venido a Madrid con mucho boato y solemnidad esta construido sobre:

  1. 30 Años de falsificación histórica, con lo cual varias generaciones tienen sus firmes convicciones asentadas en verdaderas ficciones como si de verdades irrefutables se trataran, porque el nacionalismo ha elevados sus deseos y sus mitos a categoría de realidades históricas científicamente FALSAS.
  2. 30 años negociando con la sangre, terror y la presión social sobre los vascos que siguen su TRADICIÓN rota por Sabino Arana de ser PROFUNDAMENTE CONTRIBUYENTES AL PROYECTO COMÚN DE ESPAÑA, que en tantas manifestaciones de todo tipo son una realidad irrefutable.
  3. 30 años de continuo éxodo de profesionales liberales ajenos a esa visión rupturista de lo vasco.

Su objetivo es la ruptura de la Soberanía y sobre todo está fuera del marco jurídico, que los separatistas utilizan como un juego en el que no paran de avanzar casillas en los últimos 30 años. Sin que las herramientas de la legalidad se impongan sobre la ilegalidad y sobre todo sobre la ilegitimidad histórica sobre la que esta construido todo un discurso político por muchos oro y oraciones que atesoren en su rancio conservadurismo carlista.

Se podrían señalar muchas mas cosas que cualquier persona con un poco de sensibilidad democrática sabe que son elementos necesarios para el ejercicio de la libertad y la configuración libre de la voluntad para el ejercicio de la soberanía que no es otra que la del PUEBLO ESPAÑOL.

No, señores del gobierno, no se puede dar pábulo de democracia a lo que viene siendo un estado de excepción de la conciencia en todo el territorio vasco, donde el separatismo de facto aplica, social, económica, cultural y opresivamente a través de ETA y sus allegados una política policial mafiosa que consiste en limitar las conciencias y las manifestaciones publicas, en el diario vivir de quienes se sienten españoles y han visto reprimidas su opiniones como inopinables, y que han visto morir a sus allegado por lo mismo.

España, nuestro anhelo, tiene como ejemplo a hombres que desde la izquierda -como Redondo Terreros- y desde la derecha -como la señora San Gil- luchan por la soberanía nacional entre el cinismo, el asesinato, la mentira y la prostitución de los conceptos más básicos de convivencia.

Mi parte de soberanía no la delego para hablar con los desleales a la comunidad, con los fabricantes de mentiras, con ávidos negociadores bajo la coacción de la sangre y el terror de inocentes, con encubridores de asesinos, con los fabricantes de coartadas para la defensa y financiación del terror.

A los traidores a la PATRIA no se les recibe, ni con ni sin honores. Sencillamente BASTA YA.


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