La abdicación del Jefe del Estado era previsible dado su alto grado de deterioro físico, pero al igual que en la renuncia del Secretario General del PSOE a continuar en el cargo, algo habrán tenido que ver los resultados de las pasadas elecciones europeas, como toque de atención para la casta política y su entramado de poder económico y mediático.
La corrupción generalizada que carcome, como un terrible cáncer, a casi todas las instituciones nacionales, el haber generado una crisis económica que está siendo sufrida, y pagada, por las clases medias y trabajadoras de España y el que la clase política gobernante no haya renunciado a sus privilegios en proporción a los sacrificios exigidos a la mayoría de la población, están generando una marea de rechazo que, de seguir así las cosas, va a alterar la calma que disfrutaban los regidores públicos para continuar con sus fechorías.