Falange Auténtica condena el asalto al acto institucional que la Generalitat de Cataluña celebró en Madrid con motivo de la Diada, en el que resultaron dañadas varias personas, se ultrajó la Senyera y se exhibieron símbolos falangistas por parte de los autores de la agresión.

FA  no comparte la utilización de la violencia en la política, porque creemos que la palabra como vehículo de convencimiento y la buena educación han de primar en el debate público.

Falange Auténtica rechaza cualquier acto de violencia, física, intimidatoria o verbal, contra cargos públicos, por parte de grupúsculos extremistas organizados que pretenden arrogarse la representatividad, que no tienen, de los ciudadanos afectados por desahucios o preferentes, con el fin de servir intereses bastardos.

Desde Falange Auténtica siempre hemos defendido, y continuaremos haciéndolo, a los afectados por las consecuencias de esta crisis causada por el injusto sistema capitalista, que está sumiendo a España en la injusticia y en la desesperación a muchas personas. Por ello comprendemos a los ciudadanos que se sienten indignados al sufrir en sus propias carnes los efectos de la situación.

En consecuencia con nuestros principios políticos, basados en la unidad nacional, la justicia social y los derechos de las personas, hemos llamado a los españoles a que se sumen a la tarea colectiva de rescatar a nuestra Nación de las garras de los especuladores, los corruptos y los gobernantes que no defienden el interés común y el bienestar del pueblo.

Pero no podemos tolerar que se persiga, acose, señale, amenace e insulte a personas, en este caso cargos públicos, porque el ejercicio de la violencia deslegitima  a las causas más justas y puede llevarnos a una peligrosa situación.

Desde hace tiempo venimos denunciando a las bandas organizadas de matones ultraizquierdistas, que a la manera Batasuna, están intentando manipular las legítimas respuestas ciudadanas a la crisis, imponiendo sus métodos totalitarios. Por ello denunciamos a los violentos y hacemos un llamamiento para que las protestas sean un ejemplo de civismo como vía para hacer los cambios que España necesita.

Falange Auténtica

Los últimos acontecimientos en la República Árabe Siria ponen de manifiesto, una vez más, el afán imperialista y agresivo de los Estados Unidos de América y los gobiernos europeos, como el de la marioneta progre que dirige Francia, que ejercen de peones de la potencia anglosajona.

Falange Auténtica no entra a valorar la labor del gobierno nacionalista de Damasco, pero considera que Siria está siendo objeto de una guerra de agresión terrorista a cargo de la internacional yihadista, financiada por las corruptas monarquías salafistas de la Península Arábiga y apoyados, logística y militarmente, por la OTAN, de la que nuestro País forma parte.

Los gobiernos occidentales pretenden derrocar, a través de una cruel guerra contra el pueblo sirio, al régimen que gobierna en aquel país del otro lado del Mediterráneo, para sustituirlo por otro de corte radical islámico de naturaleza salafista y por  ello claramente anticristiano, sólo por intereses geoeconómicos espurios, en el transfondo está el transporte de petróleo desde Oriente Medio hacia el Mediterráneo, y con el afán imperialista de aislar, para seguramente luego asaltar, a la República Islámica de Irán.

La respuesta de los pueblos europeos es claramente contraria a la agresión, hasta el Parlamento británico rechazó la intervención de su país, hartos ya de que los gobiernos de nuestro continente no sean más que meros títeres, dóciles y serviles, de los intereses de la potencia yanqui. Igualmente, los terroristas yihadistas están haciendo en Siria una auténtica masacre de cristianos árabes, respetados por el Régimen nacionalista sirio, ante el pavoroso silencio de eso que llaman la comunidad internacional, tal y como lo llevan haciendo en los países del Próximo Oriente donde operan.

Falange Auténtica rechaza el ataque a Siria y la bastarda política de los Estados Unidos de América y sus países vasallos, de cambiar sangre inocente por el petróleo que necesita su nefasta maquinaria productiva. Pedimos el cese inmediato de la agresión que tanto sufrimiento está causando al pueblo sirio y reivindicamos una vez más la lucha por la recuperación de la soberanía e identidad nacional de los pueblos de Europa.

Queremos ser dueños de nuestro propio destino y construir una España integrada en una Europa donde se respeten la justicia y los derechos de las personas y las naciones, y que nuestra relación con los demás pueblos soberanos del Mundo estén basadas en el respeto mutuo, la cooperación y la paz. Basta ya de agresiones imperialistas.

Las mareas son imparables. Esperamos que la marea ciudadana que este fin de semana recorrerá España entera sea un paso más hacia el cambio imprescindible que necesita nuestra patria.

Sin un nuevo modelo de democracia sin un nuevo contrato social en el que políticos y banqueros dejen de aprovecharse del pueblo y empiecen a ser simples servidores, como nunca debieron dejar de ser, no habrá un futuro del que podamos sentirnos orgullosos.

Saldrán a la calle los españoles y quienes residiendo en nuestro territorio saben que comparten nuestra suerte y en gran medida nuestras demandas. Saldrán muchos y representaran a muchos más aún. Y está bien que así sea.

Y nosotros, falangistas, que consecuentes con nuestras aspiraciones políticas, no podemos sino apoyar estas movilizaciones,  sin necesidad de reconocimiento y sin necesidad de aceptación por parte de nadie, estaremos donde debemos estar, con nuestro pueblo, en la calle.

A pesar de haber comunicado nuestra adhesión a los convocantes, ni nuestra organización Falange Auténtica, ni la plataforma de la que formamos parte junto a muchos otros españoles, Defensa Social aparecen como adheridos. Los prejuicios de algún comisario político no le van a quitar validez a la protesta del pueblo y tampoco va a convertirnos a nosotros en nada diferente de lo que somos.

No tenemos necesidad de reclamar un puesto en la vanguardia de la lucha contra el orden mundial injusto, o a favor de la democracia real, por encima de banca y partidos políticos. Ese puesto ya lo ocupamos desde hace tiempo y en esa trinchera, que ahora está llena de nuestros compatriotas, nos sentimos a gusto y nos sentimos reconocidos, por muchos que prefieren no manifestar su reconocimiento,  para no ser también arrastrados por el rechazo de la izquierda radical.

Que sean otros los que excluyan, que sean otros los que rechacen. Nosotros nos vamos a dejar llevar por la marea, porque la marea es imparable y de igual manera que se tiene que llevar a los que ahora pisotean al pueblo, se llevará mañana a los que quieran imponer un nuevo pensamiento único basado en viejas ideas totalitarias que han fracasado en el mundo entero. Esperad y lo veremos.

Nos vemos en las calles.