Pocos largometrajes como Los lunes al sol, han mostrado con una crudeza tan sincera y realista un drama con el que cientos de miles de familias de despiertan cada mañana: el paro. Con este largometraje se ha conseguido, sin caer en tópicos panfletarios ni en sentimentalismos excesivos, construir el mejor alegato anticapitalista que podría realizarse.

Las consecuencias del capitalismo, que pese a los intentos de edulcorarlo siempre es salvaje, se muestran con su rostro mas cotidiano y humano, en las carnes de un grupo de obreros despedidos de una factoría, que es en este caso La Naval de Vigo, pero que podría ser cualquier fábrica, taller u oficina de cualquier zona del mundo que llaman desarrollado. Los personajes que aparecen en este largometraje, representan sobre todo un destello de la dignidad humana sobre la indignidad de un sistema, que de un mazazo arrincona y humilla a las personas cumpliendo los designios de la ilógica del mercado, de las cuentas de resultados y de los beneficios explotadores. Estos personajes, encabezados por un espléndido Javier Bardem, consiguen con sus frases y diálogos, con sus miradas y llantos, hacernos ver que solo desde lo colectivo, lo unitario y lo solidario se puede resistir a este sistema inhumano llamado capitalismo. Esta película, que dirige un hombre, Fernando León de Aranoa, director comprometido con el sindicalismo mas combativo, debería de mostrarse en todos los centros escolares del país como una lección inolvidable de compromiso militante con una realidad que los medios de comunicación de masas, siempre al servicio de los poderosos, esconden bajo un lenguaje maniqueo y manipulado. ¿Cómo se atreven a llamar mercado libre a lo que no es sino un crimen social que condena a la desesperación a millones de familias? ¿Cómo se atreven a mostrarnos las “maravillosas” propuestas de mas seguridad y menos impuestos, de nuevas formas de gobernar y demás productos de publicidad enlatada, cuando han condenado a la miseria a multitud de zonas de España, para las generaciones presentes y venideras? ¿Cómo cometen la atrocidad de vendernos la bondad de un sistema que condena a la inutilidad social a los mayores de 45 años, a las mujeres, a los trabajadores menos cualificados...? El sistema, en una nueva vuelta de tuerca de su propia incongruencia, contempla impotente como millones de espectadores están visionando un alegato anticapitalista, mucho mas duro, efectivo y directo a los corazones y las mentes que lo observan, que cientos de manifestaciones, discursos o pintadas y que muestra como conclusión final que los trabajadores, los hombres y mujeres a los que el paro y las políticas neoliberales de derecha o de izquierda, rompen sus vidas, familias y esperanzas, tienen en el colectivo y en la unidad del mismo la mejor forma de mantener algo que ni mil banqueros, ni sus políticos con sus policías incluidas, puede arrancarnos: la dignidad. Ahora que se acercan las elecciones generales, en que nos van vender reformismo y progreso por doquier, escondiendo eso si, a los mas de tres millones de parados, a los explotados por ETT, a los amenazados con el despido por reivindicar un empleo mas digno, estable y con derechos..., no nos viene mal recordar la historia que uno de los personajes de Los lunes al sol cuenta en la película:

Dos viejos camaradas del Partido Comunista de la Unión Soviética, se encuentran deambulando por las calles de Moscú 10 años después del derrumbe de la URSS. Uno de ellos, el mas mayor, le dice al otro:

- ¿Sabes camarada, que todo lo que nos contaron durante años que era el comunismo era mentira?

A lo que le responde el mas joven:

- Cierto. Pero lo mas duro es que todo lo que nos dijeron del capitalismo era verdad.

Hay demasiado gente pasando los lunes, los martes, miércoles al sol.... como para que no se nos cierren los puños de rabia y se nos agrieten los corazones de dolor, ante lo que ellos, los poderosos, llaman mercado libre y nosotros llamamos paro, injusticia y miseria.