En Falange Auténtica no presumimos de lo que no somos. Ni somos ingenieros especializados en canales y obras hidrográficas, ni somos geólogos, ni siquiera somos expertos en cuestiones hídricas.

Somos por voluntad y compromiso, ciudadanos interesados en la política, es decir ciudadanos que asumen la responsabilidad de proponer como quieren que sea el futuro de sus congéneres y que apuestan por determinados modelos de actuación en lo que afecta a la colectividad, con formas características de hacer las cosas que tienen que ver con la administración de lo público.

Nos resulta frustrante ver que una cuestión tan estratégica como el suministro de agua a todas las regiones de nuestra España sea considerada en la inmensa mayoría de las ocasiones como un tema de política local o autonómica y que, en consecuencia con este planteamiento, todas las actitudes que se mantiene estén dictadas por encima de cualquier otra cuestión por el egoísmo.

 

 

 

 

Si fuéramos expertos en todas las materias que mencionábamos más arriba, sabríamos qué medidas hay que tomar para solventar el problema del abastecimiento de agua a toda nuestra gente, que es igual si reside en Almería o en Pontevedra, en Amposta o en Cartagena.

Ojalá supiéramos discernir con un criterio científico, si la solución es la desalinización, el trasvase de éste o aquel caudal si los daños ecológicos de cualquier obra son asumibles para lograr que el abastecimiento de agua sea el suficiente en cada zona de nuestro país. Son tanto los factores que pueden influir en estas decisiones que creemos que debiera ser un grupo de técnicos multidisciplinares el que asesora a quienes finalmente tomen la decisión de abordar la aprobación y ejecución de un verdadero plan hidrológico nacional. Técnicos, no políticos interesados en recoger cosechas de votos aunque sea a costa de perjudicar al territorio vecino.

Sabemos que los intereses encontrados de políticos y de distintas administraciones autonómicas y la central, han sido trasladados hábilmente al sentir popular. Ahora gran parte de la población protesta sin saber realmente por qué o si su protesta tiene alguna base científica.

Critica acciones basadas en estudios técnicos o en intereses económicos sin saber si lo que critica es o no realmente criticable, porque no dispone, igual que nosotros, de un criterio científico que le permita juzgar.

Desgraciadamente la política, en ocasiones, sirve para complicar las cosas más de lo necesario. Sobre todo cuando el fin último de los políticos es vencer a los rivales al precio que sea.

Desde nuestro punto de vista la cuestión importante a la hora de abordar el acuciante problema español del agua pasa por hacer un planteamiento realista de la situación y por mantener claro el objetivo u objetivos finales.Y para nosotros, el primero objetivo es el de garantizar el suministro universal de agua a toda la población a idénticos precios y en condiciones idénticas, tanto si se reside en la "España verde o en las zonas más áridas de la España meridional. A este objetivo irrenunciable le añadimos un condicionante de tipo económico, puesto que desde el posicionamiento del falangismo democrático y sobre todo desde su concepción de patriotismo abierto y solidario, como pilar básico de la convivencia, hay que ser coherente con esta afirmación. Sólo podemos considerar que el futuro de un español es el de todos los demás. Que ni pueden darse exclusiones, ni pueden considerarse las políticas a gran escala desde posicionamientos fundamentados en los intereses particulares de una región o un territorio concreto.

Los tiempos cambian y es probable que las necesidades hídricas actuales, no sean las mismas que se tenían cuando España era un país con una economía basada en la agricultura. Hoy es probable que nadie dudará en situar el potencial económico de nuestro país en el sector de los servicios y en ese sentido, racionalizar el consumo de agua en usos diferentes del humano debe también ser objeto de estudio científico.La defensa de las explotaciones agrícolas eficientes y sobre todo de aquellas que puedan procurar riqueza a la nación y un medio de vida digna a los agricultores, no tiene por que ser incompatible con otras formas de explotación económica adecuadas a los tiempos que corren. Ni se deben criminalizar, por ejemplo, los usos turísticos que se le da al agua, como puedan ser la creación de campos de golf u otros reclamos para visitantes extranjeros cuando éstos puedan proporcionar riqueza y repartir ésta basándonos en un principio de justicia social y al amparo de normas sobre reciclaje de agua, etc., ni es sensato defender que todo el agua sobrantedeba destinarse al cultivo en los casos en que este es simplemente un mantenimiento artificial de sectores deficitarios subvencionados y que, en ocasiones, sirven sólo para enriquecer a grandes terratenientes e intermediarios de la cadena de suministros de productos agrícolas. Y utilizamos este ejemplo para que se entienda que desde el punto de vista de Falange Auténtica, los objetivos son que todas las personas puedan disfrutarde una vida digna y la justicia social sea una realidad que cubra y proteja a todos.

Y hasta ahí la misión de los políticos. Y desde ahí es misión de los técnicos conseguir que los objetivos marcados se cumplan y que además la eficiencia y la rentabilidad económica de las actuaciones en esta materia sean consecuentes con el objetivo de justicia social y crecimiento de la riqueza patria, más allá de los egoísmos territoriales que tan negativos y despreciables nos parecen a quienes apostamos decididamente por compartir con todos nuestros compatriotas, destino, sueños y esfuerzos.