La revista Leer del mes de octubre publica una conversación con el escritor Fernando Sánchez Dragó.

En la introducción, el periodista José Luis Gutiérrez, recordando todos los actos públicos celebrados en Madrid en relación con la novela Muertes Paralelas, se hace eco de la presentación que organizó Falange Auténtica hace cuatro meses:

" A la hora de escribir estas líneas recibo una invitación para la presentación de Muertes paralelas, no sé si la tercera, acaso la cuarta, quizá el quinto acto al que asistiría, tras la comida de la Prensa con el autor –que soltó una furtiva lágrima al evocar la figura de su padre asesinado, eje argumental de la novela– convocada por la editorial. Posteriormente, presentación con otro señor también bastante raro, el mexicano Alejandro Jodorowsky, fundador, junto con Roland Topor y Fernando Arrabal (y el torero y periodista Diego Bardón, hoy en situación de missing, coautor de un libro sobre el Cordobés, Un ataúd de terciopelo, al alimón con Raúl del Pozo) del Movimiento Pánico. Una tercera, oficiada nada menos que por unos ardorosos muchachos de Falange Auténtica (la rama de Hedilla, exterminada por Franco), que pretenden nacionalizar la Banca y demás amaneceres rojos. Una cuarta presentación, en la Asociación de la Prensa de Madrid y, finalmente, un ruidoso happening mediante el cual, y tal como había anunciado previa y públicamente, Dragó se encaramó a una escalera en una plaza de su barrio (Malasaña) y retiró la placa de Juan Pujol, supuesto incitador de la muerte de su padre, y la sustituyó por otra, con el nombre de su progenitor. Ruiz Gallardón no es muy partidario y dio orden de restablecer el orden.