¿Qué opinais de la transexualidad infantil, el techo de cristal y el matrimonio de personas del mismo sexo?

Ya se han respondido varias preguntas relacionadas con estos temas de índole eminentemente moral. No obstante, le trasladamos nuestro punto de vista con respecto a:

• Transexualidad infantil: nos declaramos absolutamente contrarios a esta práctica. No a la transexualidad en sí, decidida por una persona adulta, sino a la transexualidad infantil, objeto de su pregunta. Y nos oponemos porque resulta una intervención IRREVERSIBLE que no puede dejarse al libre albedrío de un niño o de una niña sin su capacidad de raciocinio aún desarrollada. No se puede condenar a un ser humano a arrastrar durante el resto de su vida las consecuencias de una decisión adoptada en la primera infancia. Nos resulta absolutamente incomprensible que alguien pueda defender semejante “derecho”. A nuestro modo de ver, la transexualidad es una realidad, pero exige la plena mayoría de edad para ser decidida.

• Techo de cristal: pensamos que la lógica feminista del “techo de cristal” oculta el verdadero problema de fondo que debería ser abordado. Porque la menor presencia de mujeres en los puestos directivos con relación a los hombres no es un problema de género, sino un problema de NEPOTISMO. De “enchufe”, para entendernos mejor. Si las empresas, sean económicas o de cualquier otro tipo, respondieran a su lógica interna de lograr el mayor éxito posible en su área de actividad los puestos de mayor responsabilidad serían ocupados en función de la capacidad de las personas, con total independencia de su sexo. Pero hoy se reservan para el familiar, el amigo o el compañero de partido (3F: Family-Frind-Firm). Este es, para <FA>, el verdadero “techo de cristal”, un problema que carece de solución fuera de las empresas cooperativas o autogestionarias que propugnamos. Las políticas de “igualdad” (¿) suponen, en consecuencia, una distracción de la auténtica cuestión, un pseudoproblema y una verdadera estafa.

• Matrimonio entre personas del mismo sexo: <FA> estima que la homosexualidad es una realidad perfectamente normalizada y aceptada por la sociedad española. En consecuencia no encuentra problemático, desde un punto de vista estrictamente político, que los matrimonios o uniones entre personas del mismo sexo disfruten de los mismos derechos que los matrimonios tradicionales. Sin excluir el derecho a la adopción, por supuesto. De hecho, no es difícil convenir en que un niño o una niña siempre tendrá una vida más sana y plena en el seno de una familia homosexual de adopción que en las sombrías dependencias de un orfanato. Y del bienestar de los menores se trata, a fin de cuentas.