Por Mendelevio.

Estar contra los paraísos fiscales reales (no nominales) es una necesidad de supervivencia social. Expliquemos qué implica esta frase.

Primero hablo de paraísos fiscales reales y no nominales porque los gobiernos, como el  español, configuran el catálogo de los paraísos fiscales según les convenga. Pongamos un ejemplo: el nefasto ZP negoció quitar a Panamá de la lista de los países y territorios considerados como tal para que las empresas españolas pudieran pujar en la ampliación del Canal panameño[1]. El final del cuento ha sido el pufo de Sacyr.

Segundo, la existencia de estos paraísos perjudica la justicia y la equidad fiscal en el resto del mundo. Los periodistas que cantan las loas del liberalismo critican la expresión paraísos fiscales, y pretenden sustituirla por infiernos fiscales para el resto del mundo. Analicemos esta mentira interesada. Cuando criticamos a los paraísos fiscales no estamos amenazando la soberanía de estos territorios para establecer la fiscalidad sobre las rentas y riquezas que ellos generan. Estamos criticando que sean un sumidero para evadir impuestos las rentas y riquezas generadas en nuestro País.

Paraiso fiscal

Las clases medias y bajas no pueden permitirse los costes de llevar sus parcas rentas a estos territorios, con lo cual soportan casi toda la carga fiscal de nuestro país. A las rentas altas, los políticos corruptos y las  grandes corporaciones sí les compensan estos gastos (transportes, gestión, comisiones…), descapitalizando España.

Estos territorios se benefician de la libre circulación de capitales, así se convierten en parásitos que drenan la riqueza de los países productivos. En casos como Suiza tienen la desvergüenza de poner barreras a la libre circulación de trabajadores, en febrero de este año votaron por referéndum poner cuotas a los emigrantes de la Unión Europea[2].

Tercero, estos territorios a veces se convierten en cómplices de delitos y de delincuentes. Volvamos a los suizos. Este mismo año el banco suizo Credit Suisse acordó pagar una multa de más de $2.500 millones al Gobierno estadounidense y declararse culpable de ayudar a evadir impuestos y capitales a sabiendas[3]. Los banqueros suizos son cómplices de delitos fiscales… y algo más. Ahora son cómplices de la corrupción política en España, negándose a seguir colaborando en el caso Bárcenas[4].

Los liberales dicen que si no queremos que grandes empresas y ricos se lleven su dinero a estos territorios debemos nosotros bajar los impuestos. Gran falacia. Estos territorios en su gran mayoría se pueden permitir el lujo de tener una fiscalidad tan baja porque apenas tienen población a la que dar servicios, son ficciones jurídicas. Por ejemplo en las listas que se recogen estos territorios de baja tributación[5] abundan los residuos coloniales británicos (Anguila, Gibraltar, Turco y Caicos, Islas Vírgenes Británicas…), que se permiten su baja fiscalidad por lo exiguo de su población (unos pocos miles de habitantes) y las subvenciones de la metrópoli e incluso de la Unión Europea. Si, has leído bien, la Unión Europea está financiando proyectos de desarrollo en el Caribe británico.

Si queremos establecer un sistema fiscal justo en España y en Europa se debe cortar la libre circulación de capitales con estas cuevas de evasores fiscales. El problema es que los que deberían legislar esto, tengan sus cuentas allí.



[1] http://elpais.com/diario/2007/05/21/economia/1179698404_850215.html

[2] http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/09/actualidad/1391942183_207520.html

[3] http://www.nacion.com/economia/Banco-Credit-Suisse-culpable-EEUU_0_1415458764.html

[4] http://blogs.elpais.com/analitica/2014/06/iv%C3%A1n-ya%C3%B1ez-gestor-y-apoderado-de-luis-b%C3%A1rcenas-fiscal-fed.html

[5] http://www.paraisos-fiscales.info/lista-de-centros-financieros-offshore.html