A veces nos asalta la curiosidad o mejor dicho la inquietud de si nosotros, los falangistas, y me refiero especialmente a los que conmigo conformamos esta aventura política de Falange Auténtica, si tendríamos alguna ocasión en nuestro tiempo, claro, de poder llegar a la conciencia de los españoles y, salvando viejos prejuicios – aunque muchos, tal vez por nuestras propias culpas- , influir entre nuestros conciudadanos y empezar a cambiar este país que todavía no nos gusta. Cuando pienso en estas consideraciones, lo primero que me viene a la cabeza es que precisamente a nosotros conviene que tengamos una actitud positiva en razón de estos propósitos, es decir, creer que los Falangistas podemos hacer algo, como que nos escuchen, y tal vez nos sigan en este deseo de traer más justicia, más dignidad a los españoles. Que la Falange quiere hacer aquella revolución del siglo XXI lejos de las asonadas del pasado. Yo, personalmente, estoy convencido que los primeros que tienen que creer en sí mismos, somos nosotros.

Hablamos de la necesidad de transformar esta sociedad, al estilo de lo que definía el profesor Aranguren, o sea, que toda revolución moderna, eficaz, es o debe de ser, la de un cambio permanente, continuo, de día a día, lo que él definía como “The meaning”; pues bien esa revolución civil y democrática, tiene que estar presente en todos y cada uno de nuestros corazones, para estar completamente decididos a llevarla a cabo. Ahora, bien, la pregunta es oportuna y nada retórica, ¿ Estamos dispuestos a llevarla a cabo? Entonces debemos de salir a la calle impregnados de convicción y predicar con todos los medios posibles a nuestro alcance, manifestaciones, altavoces, pancartas, la nueva curva de acciones que Falange Auténtica va someter al conocimiento de nuestros compatriotas.

 

Y para ello, contando naturalmente con nuestra disposición, planear desde nuestras más altas instancias, la Junta Política Nacional, o los responsables políticos competentes, un programa de actividades políticas que nos hagan visibles en la sociedad. Esto se ha dicho veces, peo creo que estamos atravesando un momentos político que nos exige respuestas mediatas e inmediatas. Por supuesto empezando por mi, que escribo esto lleno de ilusión y creencia de que es tiempo apropiado. Falange, y Falange Auténtica, en especial, debe de pasar a la acción; y eso significa estar presente en la calle y ya sabéis a lo que me refiero, a estar presente, a que nos vean; de ahí que lance una primera llamada a la posibilidad de participar en las próximas elecciones municipales, y esto no es precipitación, porque los meses cruzan por nuestra vida con velocidad de crucero y no nos puede llegar de improviso, con el tiempo corto, y las obligaciones muchas. Creo una cosa, y es que nosotros ¡Podemos¡. Sin embargo me queda siempre la inevitable duda de si en realidad, el partido, dicho de otra manera, el conjunto de afiliados y afiliadas que formamos el partido, estaría absolutamente convencido de que queremos vivir como cualquier partido. Como otro partido. No es que haga un análisis negativo, es que quiero que todos nos comprometamos en esta nueva tarea. ¡Podemos¡

Disprosio