La jerarquia de la Iglesia Catolica española vuelve a meterse en jardines complicados. Como todo lo que sale de la Conferencia Episcopal el último documento de los obispos españoles es amplio y denso, pero se vuelve a dar pie a los que siempre están dispuestos a la critica despiadada. Que la violencia de genero sea un "fruto amargo" de la revolución sexual es algo muy discutible. Que la liberación de la mujer es algo que no tiene discusión desde el punto de vista humano y genuinamente cristiano. Por tanto, que nuestra curia se abstenga de esas valoraciones sobre la "revolución sexual". Que la Iglesia sea tan clara, tan sencilla y tan radical como el propio Evangelio.

Como decía Mournier "tan solo se pide a los católicos que sean auténticos, y esto es verdaderamente, la revolución"

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