Si no te conociera, me alegraría de tus palabras. Si no te conociera, saldría a la calle a gritar de alegría por la Paz que me propones Pero te conozco, he llorado cientos de veces por tu fuego, me has amargado infinidad de días, y me has hecho sentir la persona mas desgraciada del mundo en muchísimas ocasiones.

Lo siento, no me creo tus mentiras, sé que escondes planes ocultos, sé que la paz verdadera sólo vendrá si me pliego a tus ilegítimas propuestas. Te miro y sólo veo una serpiente enroscada en un hacha, dispuesta a volver a utilizarla cuando a ti te convenga y sólo tengo una cosa que decirte: los españoles no negociamos con serpientes, ni mucho menos con asesinos traidores. Los españoles sólo negociamos con personas y mirándonos a los ojos.

Adiós serpiente, vuelve a tu agujero, y no olvides nunca que hasta que no vengas desarmada y dispuesta a pedir perdón y a pagar tus crímenes, los españoles no podremos pensar en la Paz

Rutenio