El diario El Mundo, en su edición impresa de Andalucía, incluye un amplio reportaje a la polémica suscitada en la localidad malagueña de Ardales por el posible acuerdo municipal entre IU-LV-CA y FA. Por su interés, lo reproducimos íntegramente:

"EL DILEMA DE IU EN ARDALES: ¿PACTAMOS CON FALANGE?

Los fieles malagueños de Primo de Rivera apoyan a los izquierdistas para quitar la Alcaldía al socialista Pendón

Berta González de Vega. Ardales.

Un alcalde que lleva 20 años gobernando y que ha subido en el PSOE hasta ser presidente de la Diputación en nombre del "clan de los catetos", una maestro de Izquierda Unida que ha pegado un estirón, a pesar de que él mida dos metros, y otro maestro, cronista oficial del pueblo, que tiene la llave para elegir quién gobierna Ardales de los dos primeros. Con un inconveniente, que estudiado desde dentro no lo es tanto: el partido de Francisco Ortiz, el cronista, es Falange Auténtica (FA), un nombre que fuera del término municipal tiene reminiscencias de ultraderecha pero que, dentro, señala a un grupo de jovencitos que, en el año 1981, se propusieron recuperar el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera, que, en su opinión, nada tiene que ver con el franquismo. Se declaran profundamente demócratas y respetuosos con la Constitución.

La aritmética en este municipio malagueño es la que sigue: PSOE, cinco concejales; IU, cuatro; y FA, dos. En votos, los socialistas le han sacado a la siguiente lista apenas 13 papeletas. El mensaje, según Juan Calderón, candidato de IU, es claro: "Tenemos la obligación moral de cambiar la situación, se ha votado por un cambio". A determinada gente del pueblo, que no da nombres, les ha sentado realmente mal que Pendón diga que sería "inmoral" un pacto de IU con Falange. Juan Calderón explica por qué: "Él tuvo el apoyo de Falange Auténtica en 1987".  Francisco Ortiz matiza que todos los partidos entraron en ese pacto, que aquello duró apenas tres meses, cuando él renunció a la concejalía que le había proporcionado ese apoyo al socialista.

Según explica Ortiz en el recreo del colegio Sagrado de Jesús, es tal su afán por quitarle al partido el sambenito de ultra que la única condición que le ponen a Izquierda Unida para darle su apoyo es que se reconozca que Falange Auténtica es un partido tan demócrata como la formación de izquierdas. "Si no hay firma, no hay pacto y nos votaremos a nosotros mismos, o sea, que volverá a ser alcalde Salvador Pendón", explica Ortiz, un hombre aseado, camisa perfectamente planchada y bolígrafo en el bolsillo, al que todo este asunto le está quitando tiempo de su auténtica pasión: bucear en la historia de Ardales.

AMENAZA DE EXPULSIÓN

Juan Calderón, compañero en el trabajo, dice que no tiene problema con Ortiz, con ese concejal de FA en concreto, pero que nada sabe del partido a nivel nacional. Como casi todo el mundo, porque tanto Ortiz como Miguel Ángel Anaya se han convertido en los dos únicos concejales de este partido en todo el país.

Los programas de las dos formaciones son muy parecidos. Pero las presiones de las cúpulas son muy distintas. Encarna Páez, portavoz de IU en la Diputación, donde apoyan a Pendón, advirtió ayer que se expulsaría a los ediles que aceptaran pactar con Falange Auténtica. Pero llega la hora de definir lo que es un pacto. ¿Ser alcalde con el apoyo en la votación de FA lo sería? Dudosamente si se hace a cambio de nada y, según explica Ortiz, ellos no quieren la menor cuota de poder, sólo "que nos dejen de llover palos de todas partes, que si somos unos fascistas, racistas, homófobos". Con la firma en el papel que le han ofrecido a IU buscan legitimar lo que todo el mundo sabe en el pueblo, que no comulgan ideológicamente con la extrema derecha. De hecho, cuenta Ortiz que es el padrino del primer niño ecuatoriano bautizado en Ardales.

Sí está claro que a las dos formaciones les une la oposición a los planes urbanísticos de Pendón, que en la última legislatura ha firmado unos convenios que supondrían la construcción de unas 4.000 viviviendas, según IU. Las previsiones incumplen el POTA de la Junta pero, según IU, en el último pleno Pendón dijo que se podría intentar acogerse a esa figura de "proyectos de interés comunitario" para saltarse las restricciones. Por eso, en IU no sólo hablan de presiones del PSOE, también de los promotores beneficiados por los convenios.

La asamblea local de la formación de izquierdas celebrada el martes no solucionó nada. El sentir mayoritario es "gobernar en minoría", dice Calderón, un hombre de dos metros con apariencia de acumular tranqulidad suficiente para afrontar las presiones. Pero parece ser que a nivel regional las ideas van por otro sitio. "Quieren que nos abstengamos o que apoyemos a Pendón", explica, y cree que eso sí queno lo entenderían los votantes. De hecho, Calderón está dispuesto a convocar una asamblea en el pueblo la semana que viene para explicarse. Sea cual sea la resolución adoptada, los dos vaticinan que el día de la constitución del nuevo pleno municipal habrá insultos, tanto si se desaloja a Pendón de la Alcaldía, como si al final se cede a las presiones para no sacar el pacto adelante. Al final,  lo de siempre en los pueblos, "aquí más que partidos, se vota a las personas", dice una joven madre en la cafetería El Carril, repleta de niños porque no hay guarderías.

ARROCES EN CAMPAÑA Y PATATAS DE FUERA

Son los menos los que no califican de "sorpresa" el resultado de las municipales en el municipio Malagueño de Ardales. Era difícil imaginar que el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, todo el día en los periódicos, ya sea por la Bienal de Flamenco, por homenajes a Antonio Banderas o los pomposos Días de la Provincia, fuera a darse un batacazo en su pueblo.

Manuel explica que Salvador Pendón se lo tiene merecido porque se había vuelto "muy prepotente" y en ese coinciden varios, que las formas no eran las adecuadas, que se le había subido el cargo a la cabeza. De hecho, hay coincidencia en que, desde que preside la Diptuación, le dedica mucho menos al pueblo. Entre las carencias, las vecinas con niños pequeños citan la ausencia de guardería. Los jubilados en la plaza dicen que hace ocho años que puso la primera piedra de un polígono que no existe.

De hecho, Ardales es el nombre de unas patatas fritas de pero de extraordinario éxito en Mälaga pero que no se hacen en este pueblo, sino en la capital de la provincia porque Pendón no dio facilidades.

Y Francisco Ortiz, uno de los dos ediles de Falange Autética que ha ofrecido su apoyo a IU para desbancar al regidor socialista, explica que éste iba de sobrado en la campaña electoral, que además de cocinar varios arroces, los viernes de mercadillo regalaba flores, bolígrafos y, el último antes de la votación, "aceite de oliva"."