Por Alejandro Petruccelli (Argentina)

La desaparición de Jorge Julio López, testigo principal en el juicio que condenó al represor Miguel Osvaldo Etchecolatz a reclusión perpetua por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar en Argentina, continúa siendo un misterio. La aparición de su llavero en el jardín de su casa, abrió expectativas que pronto se desvanecieron, cuando una pericia confirmó que el mismo no tenía huellas dactilares. El hallazgo del llavero, el cual habría sido arrojado entre diez y quince días atrás, fue interpretado como un mensaje mafioso.

López, un albañil de 77 años, permanece desaparecido desde la madrugada del 18 de septiembre. Todas las pistas que manejaron los investigadores hasta hoy dieron resultados negativos. Las primeras hipótesis sostenidas fueron la de un secuestro organizado por grupos paramilitares cercanos a Etchecolatz, con la intención de amedrentar a testigos de futuros juicios contra represores, tras la anulación de las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida, hasta algún problema de salud, pasando por un alejamiento acordado con su familia en busca de protección, ante posibles atentados a su vida.

El círculo cercano a Etchecolatz está bajo sospecha. También lo están algunos personajes que añoran los años de plomo y que tiempo atrás reivindicaron la represión ilegal y solicitaron amnistía para sus ejecutores.

El testimonio de Jorge López fue fundamental para la condena de Miguel Etchecolatz, ex Director General de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Por primera vez, un Tribunal incorporó la figura de genocidio para dictar sentencia. López fue secuestrado el 21 de octubre de 1976 y permaneció durante casi tres años detenido ilegalmente en el Destacamento Policial de Arana, Comisaría Quinta y Comisaría Octava, tres de los 21 centros clandestinos de detención a cargo de Miguel Etchecolatz, mano derecha del represor Ramón Camps. Durante su secuestro, López fue sometido a torturas, presenció fusilamientos y reconoció a Etchecolatz como uno de los torturadores.

 

Miguel Etchecolatz fue condenado a reclusión perpetua por los asesinatos calificados de Diana Teruggi y por la privación ilegal, tormentos y homicidio calificado de Ambrosio De Marco, Patricia Dell Orto, Elena Arce, Nora Formiga y Margarita Delgado. También fue sentenciado por la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos de Nilda Eloy y Jorge Julio López.

 

En la última semana se realizaron allanamientos en una Chacra cercana a La Plata, en casas deshabitadas del Barrio Los Hornos, a pocas cuadras donde vivía López. Seis mentalistas se presentaron a declarar pero sus videncias no arrojaron resultados positivos. También se allanaron tres unidades militares.

 

Por primera vez, la esposa de López habló de un secuestro, algo que hasta ahora la familia había evitado decir.

 

Lo único concreto es que a dos meses de la desaparición de Jorge Julio López, los investigadores están cada vez más desorientados. Lo único previsible es que la causa pase de "averiguación de paradero" a la de "secuestro", la hipótesis más probable y más temida.


 

Ver comunicado de solidaridad de Falange Auténtica (octubre 2006).