Intervención de Juan Carlos García en el acto político celebrado en Alicante el 17 de noviembre de 2018.

TRANSCRIPCIÓN:

Mirar el futuro de cara, poner tesón en la adversidad, romper con estereotipos eran algunos de los propósitos de aquellos hombres y mujeres, provenientes de distintas organizaciones falangistas, que hace 16 años dimos vida a Falange Auténtica. Con un objetivo definido,  construir una falange dinámica, una falange alejada de nostalgias y complejos,  una falange actual, en definitiva una falange del siglo XXI, y para ello elegimos un apellido ilustre, el de auténtica, en reconocimiento de todos aquellos falangistas que usaron ese término para identificar su lucha por una España mejor, y así de este modo, rescatar una denominación, que años atrás se consideró que representaba lo más alternativo y avanzado socialmente, de la amplia familia falangista existente.

Quisimos en aquel momento y queremos ahora, que nuestros objetivos no fueran más complejos que la sencillez, bella y fresca, del ideario falangista,  Un ideario que pone a la persona por encima de la economía. la política o el propio estado. Unas ideas que anteponen la primacía de los intereses comunes sobre el egoísmo individualista

En Falange Auténtica queríamos y queremos recoger a los desencantados de nuestra actual clase política.

A los aburridos de escuchar mentiras, montajes, falsas promesas, cuyo único objetivo es el engaño del ciudadano.

A los que creemos que se puede construir una Europa más justa desde la realidad que representa la unidad de España. una realidad que se extiende más allá de nuestra fronteras históricas, sobre todo, en Hispanoamérica.

A los que creemos en la unidad de España, sin trampas ni cartón, sin dobleces.

A los que creemos en una unidad fructífera,  donde la totalidad está compuesta de elementos plurales, distintas tierras, distintos usos, distintas costumbres. distintas personas, distintas creencias, y distintas ideas.

Y esa distinción no nos hará renunciar a la unión de los pueblos y tierras de España.

Porque  somos patriotas, y no somos nacionalistas.

Porque creemos posible y deseable un futuro compartido voluntariamente por todos los pueblos de España y todas las personas que tienen su hogar en nuestra patria,  unidos  siempre por un destino común.

Queremos aglutinar a los que piden respeto a unos derechos fundamentales: la libertad, la vivienda digna, el trabajo, la educación, la justicia… la verdadera democracia

Queremos sumar a los que quieren  respeto por las ideas y no sumarse a las filas idiotizadas del pensamiento único, a los que creen  que se puede reformar la constitución a la búsqueda de un modelo de participación más real,  más directo y más democrático, a los que necesitan que se construya ese modelo de sociedad alejado de tópicos, de parches, de decretos y antidecretos, en definitiva, de la manipulación; a los que ambicionan una justicia ágil e independiente  en todos los órdenes:  a los que solicitan que es necesario acabar con la opresión del débil por parte del fuerte, con medidas ambiciosas, comprometidas y sin volver nunca la espalda ni olvidar a ninguna persona. A los que aman la libertad, sin la cual ningún ser humano ni sociedad organizada pueden alcanzar la plenitud de sus anhelos.

En Falange Auténtica sabemos de dónde partimos, el hombre como portador de valores eternos, y también sabemos a dónde queremos llegar, a una sociedad más justa y más participativa,

Por ello durante estos años hemos hablado muy claro, aunando esfuerzos para estar presentes en nuestra sociedad, e intentando perder la invisibilidad que ha acompañado a la falange en general  durante estas últimas décadas. 

Hemos ofrecido soluciones frente a la retórica, y queremos ser conciencia crítica, basada en nuestro compromiso con la evolución y el no estancamiento de nuestra doctrina.

De nuestra doctrina nos propusimos rescatar lo valido y vigente de ella y sobre todo seguir construyéndola y dotándola de respuestas de inmediata actualidad y por ello decidimos valientemente prescindir de todas aquellas modas políticas de nuestra falange fundacional, y las adquiridas negativamente por un régimen que no fue el nuestro, y que hoy en día, 80 años después son totalmente prescindibles y no operativas políticamente, en la España del siglo XXI. Y todo ello bajo una perspectiva totalmente democrática, aun a sabiendas de que no íbamos a ser comprendidos, y despertaríamos el menosprecio entre muchos de los que se dicen falangistas.

Sin duda, es mucho lo que el llamado “espíritu falangista” puede aportar a nuestra sociedad actual. Pero pretender como decía antes, que las formas, estructuras, estrategias, ritos y discursos de antaño,  se mantengan  plenamente vigentes en nuestros días nos parece un grave ejercicio de irresponsabilidad política hacia el nacional-sindicalismo. La mal denominada “ortodoxia falangista”, antes que como un instrumento revolucionario efectivo sirve como una auténtica rémora que lastra nuestra evolución y dificulta el triunfo de nuestra revolución. Y para muestra, debemos de hacer uso de una herramienta que no se suele utilizar, y que nosotros si la utilizamos,  la autocrítica y  mirar  a nuestro alrededor y ver la situación en la que nos encontramos todas las organizaciones denominadas falangistas.

Desde un principio, aspiramos a convertirnos en una herramienta creadora que sirviera para catalizar ese gran giro en la conciencia social que algunos llamamos revolución y otros, cambio de modelo.

En definitiva, nacimos porque simplemente somos falangistas, que teníamos y tenemos un compromiso con la justicia social, como he repetido varias veces, justicia social siempre ligada a nuestro patriotismo, pues no os tengo que recordar que si existe el hambre, la desidia, y la injusticia es difícil que exista un verdadero sentido de patria en nuestro pueblo.

Pensamos que la falange es un instrumento para llevar a término el nacional-sindicalismo que, a su vez, supone la filosofía política que la llena de sentido. Por ello en Falange Auténtica creemos en el futuro del nacional-sindicalismo, considerado por nosotros como el único medio para la resolución de buena parte de los problemas de España y para poder sacarla de su secular ostracismo histórico.

Por ultimo os diré que nos sigue ilusionando el seguir perfilando nuestro rumbo político, donde sin abandonar nuestras esencias primigenia, de esto que no os quepa duda,  sepamos estas, adaptarlas a los tiempos actuales, con el único fin de  poder  trabajar en un proyecto   sugestivo de  vida en común que se llama España.

Indicaros que existe un lugar común para todos los que quieran trabajar por una sociedad más justa,  un punto de encuentro, donde sumar voluntades y  una línea de salida,  donde empezar el camino por recuperar a España…que se llama Falange Autentica

Muchas gracias.

Arriba España.