En unos días se celebrará el Tercer Congreso Nacional de Falange Auténtica. Dirán muchos que no es nada más que el esfuerzo inútil de una pandilla de idealistas, tocados para colmo, con ideas que parecen estar muy fuera de lugar para estos años.
Desde nuestro punto de vista, el de esa panda de idealistas, los planteamientos que realizamos no pierden validez por no ser abrazados por mayorías políticas o sociales.
El ejercicio de libertad que realizamos al tomarnos la molestia de tener opinión, es algo que una sociedad, anestesiada como la nuestra, debiera agradecer.
Pero es que además, el hecho de no formar parte de las mayorías dominantes no puede servir tampoco para desmerecer nuestras opiniones, máxime cuando son las ideas y planteamientos de la mayoría dominante las que nos han hundido en la actual crisis.