Si hace unos días hablábamos de la libertad, hoy nos toca hablar de déficit democrático. Una vez más.
Es constante en el discurso de Falange Auténtica la denuncia de estas dos carencias: la falta de libertad que padece el pueblo español, constreñida su capacidad de decisión a la elección, entre un número, muy limitado de partidos políticos, y la falta de un sistema verdaderamente democrático, que basándose en listas abiertas y desbloqueadas, pueda reconquistar de las ejecutivas de los partidos políticos, la soberanía que estas han usurpado de los ciudadanos.
Ahora, ambas lacras se hacen patentes con motivo de unas elecciones, las elecciones al Parlamento Europeo. Ya de entrada, la participación en las mismas se basa en una serie de limitaciones totalmente antidemocráticas. Medidas represivas, que finalmente solo pretenden beneficiar los intereses de los grandes partidos políticos y evitar que ninguna fuerza minoritaria pueda presentarse a estas elecciones, como debiera ser su primer y más importante derecho.