Por Miguel Hedilla y de Rojas

 

Efectivamente, no es de recibo quitar estatuas que representen parte de nuestra historia, ya sea de buenos o malos de la misma. De acuerdo a esa regla habría que quitar varias más, tal vez la mayoría, y nos meteríamos en un círculo vicioso, destrozador de estatuas y otros monumentos. Me estoy refiriendo a la de Franco. Luego escribiré sobre la de José Antonio y su estatua de Guadalajara.

Por cierto escuché la otra noche en Televisión Española, una encuesta rápida que hicieron a propósito de la retirada de la estatua de Franco. Una chica joven, no tendría mas de 20 años, contestó: No creo que ningún político se merezca una estatua. Sabia respuesta, así no habría luego que derribarlas.

Sin embargo siempre hay peros que valgan (para derribar). No está de más el que en la Web de Falange Auténtica se expongan posturas de alguna manera incorrectas. Aquí va la mía.

A mi me dio un regustín interesante, e importante, cuando quitaron la de Franco, vamos que me alegré un montón. Mi postura no es la buena, lo sé, ni probablemente la políticamente oportuna, pero insisto, me lo pasé pipa viendo al sátrapa bajado de su pedestal por una grúa, y a caballo. Cuando lo comparé a  Sadam Hussein, vamos a sus estatuas, derrumbadas al llegar  los yanquis a Bagdad, la satisfacción fue casi pecaminosa.

No se si Pinochet, el dictador chileno, tenía estatuas. Por lo tanto no sé si se ha derribado alguna, pero también pensé en ello, y mira por donde me hubiese gustado de ser así, el vivirlo.

También me acordé de un monumento a Fernando VII, el Deseado, que tenemos en Madrid. Para más señas en la c/ Toledo, a la izquierda, en una placita que hay unos trescientos metros antes de llegar a la Puerta de Toledo. Cuanto me gustaría que la derribasen. Un Rey "felón con un monumento en Madrid, un Rey traidor a su patria, a su padre, a su familia, a la villa de Madrid, a los españoles, que tanta sangre derramaron por él; y a quién se le pusiese por delante. Y ahí lo tenemos, con monumento en la capital.

No. No se crea nadie que esto es personal, podría serlo pero no lo es. Sobre todo es conciencia.

No se trata que se cargase y tergiversase a la Falange, que también, se trata de que representa todo lo contrario de lo que la Falange Auténtica quiere: Libertad, Democracia, Justicia Social, Patria. Él nos trajo dictadura, sometimiento, injusticia y patrioterismo barato. Tonto no era, eso sí, pero que menos, como castigo indoloro, que derriben su estatua.

Y ahora voy con la de José Antonio. La tenían que haber quitado antes. Es más la teníamos que haber quitado los de la Auténtica de los setenta. Mira que quitamos cosas, yugos y flechas a la entrada de los pueblos y ciudades, fotos de las estaciones de metro, y otras cosas que no vienen al caso,  pero ésta se nos pasó.

El José Antonio de Guadalajara no es el nuestro, es el de Franco, prostituidor de la Falange, creador de un híbrido llamado Movimiento Nacional, manipulador de su pensamiento, de sus principios, el que orló su régimen, para mayor escarnio, con nuestras camisas azules, riéndose de todos los falangistas de buena fe. En definitiva el que creó un José Antonio falso y de pacotilla, simple, guaperas, superficial y casi un arcángel. Ese Franco que lo derrumben y a su José Antonio con él, que no es el mío.

El José Antonio en el que yo creo seguro que no hubiese colaborado con la dictadura. Habría luchado contra ella y contra todo lo que representó. Era un hombre joven e idealista, que quería para España algo tan simple y a la vez tan difícil como la patria, el pan y la justicia. Que plasmó unas líneas maestras de pensamiento y acción, que quería la dignidad para todos, que deseaba perdón, misericordia y reconciliación. Dio su vida por todo ello y murió como un valiente. El de Franco murió en la cama, junto al "caudillo. ¿Caudillo de qué y de quiénes?, ¿de los falangistas auténticos?, ¡¡anda ya!!.

Perdóneseme el que broten de mí estos sentimientos y razones, perdóneseme porque mi corazón sea hoy más fuerte que mi cabeza. ¿Será por eso de que el corazón tiene razones que la razón no entiende?....

¿En que estaba?, ah, sí. En que no hay que derribar estatuas de los próceres del pasado, son parte de nuestra historia y haciéndolo no vamos a hacer que ésta cambie…… en que tenemos que asumirla, la historia, y mirar hacia adelante y no hacia atrás, en que…….


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