"Ante la masacre terrorista, repulsa, condena y firmeza.

Queremos y pedimos el fin de la impunidad con los asesinos.

Queremos y pedimos que la política de cumplimiento integro de las penas de los terroristas sirva al menos como consuelo a las victimas de este nuevo despropósito salvaje de los que basan su criminal existencia en principios como la exclusión y el racismo.

Queremos y pedimos que se ataque de una vez la fuente que nutre de alimañas a la organización terrorista y sean tomadas medidas que eviten que en el futuro puedan educarse más jóvenes en las escuelas vascas para llegar a formar parte de los escuadrones de la muerte nacionalistas.

Queremos y pedimos solidaridad y trabajo en común de todos los ciudadanos, no solo para condenar el terrorismo, sino sobre todo para poner las bases necesarias para evitarlo Mediante la denuncia permanente de los allegados a ETA, mediante el castigo electoral a los tibios, que condenan los atentados, pero auspician la propagación de las ideas que sustentan el crimen, mediante la reconducción del pacto contra el terrorismo, al cual acabamos de adherirnos, para convertirlo en una herramienta de convergencia de todos los que repudiamos la violencia y el asesinato político

Ejecutiva Nacional de Falange Auténtica


ETA NO

Cuando aún está por valorar los daños y la tragedia ocasionada por el último acto electoral de ETA en Madrid, ya podemos hacer una valoración política de tan infame actividad.

Es evidente que la organización asesina sigue empeñada en doblegar la voluntad de nuestro pueblo basándose en el recurso al miedo, en un camino sin retorno hacia la barbarie política que supone pretender imponer unos planteamientos políticos, con el único argumento del número de muertos y desgracias que se puedan crear en el campo de los adversarios.

La independencia de un pedazo de territorio español es inadmisible. Por absurda. Por atentar directamente contra una historia ininterrumpida de vida en común, con más luces que sombras y resultado de la cual es ya imposible y además indeseable, distinguir entre vascos y españoles y sobre todo por ser una manera de intentar adulterar el futuro de nuestro pueblo, para hacer del egoísmo nacionalista, de la xenofobia y de los planteamientos excluyentes, los puntales de nuestras relaciones fraternales entre españoles. Estar en contra de este tipo de planteamientos es el crimen de los que mueren asesinados por el odio etarra.

Esta vez han sido demasiadas victimas. El daño es idéntico si es uno el asesinado o si son decenas, pero en este caso el daño y las tragedias personales se multiplican de manera exponencial.

El ataque, dirigido al pueblo llano, a los que con su trabajo dignifican sus vidas cotidianas y que saben que son los mimbres de los que esta hecho el presente y el futuro de España, va a ser inútil. Ese pueblo siempre ha sabido demostrar que no se rinde fácilmente. Que no se rinde nunca. Que sabe hablar que sabe defender con todas sus armas el futuro de sus hijos y que nunca ha gustado de las soluciones impuestas, ni por gobernantes tiránicos ni por alimañas asesinas. Esa gente, a nuestra gente, a nosotros mismos, lo único que nos inspiran las acciones de ETA es dolor, indignación, rabia infinita y un convencimiento absoluto de la total imposibilidad de intentar siquiera llegar a un acuerdo negociado con semejantes asesinos malnacidos.