Por Flecha

Muchos nos levantábamos hace unas semanas con una agradable noticia. Los que viven cerca del Atlántico tal vez han tenido más suerte que los que miramos al Cantábrico o el Mediterráneo y han podido ver ondear al otro lado del océano que divide nuestra patria hispana la bandera roja y negra sandinista.

Con 737.500 votos, los sandinistas arrasaban en las elecciones municipales de Nicaragua aumentando en un 20% con respecto a las anteriores elecciones. Es interesante saber que muchos de los nuevos votos vienen de la gente joven que vota por primera vez.

De 17 cabeceras departamentales, de las que antes tenían 11, pasan a tener 14. Y ganan, por primera vez, Granada, Masaya y Boaco recuperando Jinotega y Jinotepe. Los sandinistas, además, han pasado de 52 municipios de 151 en el 2000, a 81 de 152 en el 2004. Entre ellos algunos en los que nunca habían ganado como Masaya, Boaco, Telica, Nindirí, Laguna de Perlas y la simbólica Granad, que siempre fue conservadora, por sólo citar algunos.

Los sandinistas controlan departamentos enteros como León, Masaya y otros casi completamente como Carazo, Rivas, Chinandega y Madriz.

Por primera vez desde 1990 el Frente Sandinista tiene mayoría de votos en Nicaragua y el mayor porcentaje de los mismos, además del mayor número de municipios, la mayoría de cabeceras departamentales y más de un 70% de población gobernada por alcaldes sandinistas quienes están demostrando otra manera de hacer política donde prima el interés colectivo y un principio profundo de justicia social.

CIFRAS A UN LADO

Cifras a un lado, la valoración que se puede hacer es más que positiva. Aun así, el Frente Sandinista no debe ni puede confiarse. El triunfo de estas elecciones se debe a la buena labor que desde las alcaldías sandinistas se está desarrollando por quienes saben darle sentido al patriotismo, la justicia social y la solidaridad. Estos resultados no les garantiza un triunfo seguro en las presidenciales, donde la gente ya no vota tanto a las personas honradas que desde el Frente Sandinista hacen su labor en los ayuntamientos.

Como nos suena a los falangistas auténticos eso cuando los ciudadanos nos premian en las municipales por nuestro trabajo pero en la generales prefieren dar el voto a los grandes partidos que año tras año nos defraudan a todos.

Nicaragua vuelve a ser Sandinista pese a que nunca dejó de serlo, el sandinismo está en el sentir, no solo de los nicaragüenses, sino de cuantos aman a su patria tanto como la justicia social.

A muchos nos gustaría poder levantarnos la mañana de las próximas elecciones presidenciales nicaragüenses y sentir el nuevo aire que se respira en Nicaragua, un aire rojinegro del que muchos nos sentimos hermanados por su amor a la patria, la verdad y la justicia social que vence al marxismo totalitario que niega la libertad del pueblo y a la derecha servil de Estados Unidos que lo ahoga y explota.

"De la libertad del pueblo, con gusto vengo a decirles, que en Nicaragua flamea la bandera roja y negra


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