Por Mendelevio
Se ha avanzado mucho en la igualdad de género desde 1975. No era difícil, porque el listón era muy bajo. Avances como la despenalización del adulterio femenino, o la incorporación de la mujer al mundo laboral, sin tener que pedir permiso al marido o al padre, llegaban con 50 años de retraso. Pero el legislador del régimen del 78 erró en varios aspectos. La mal llamada discriminación positiva, la lucha contra la violencia de género y la custodia de los hijos en caso de divorcio.
La discriminación nunca es positiva. Lo positivo es legislar para que no haya discriminación y vigilar el cumplimiento de las leyes. Lo demás es perpetuar la injusticia. Es más barato regular cuotas en determinados empleos, que crear redes asequibles de guarderías y comedores escolares. No se plantean ampliar el número de inspectores de trabajo o bonificar a las empresas para que las bajas maternales no supongan un quiebro en las carreras profesionales de las mujeres.