José Manuel Cansino
Llegamos a este nuevo abril cien abriles después del nacimiento de José Antonio Primo de Rivera y, como era de esperar, la mayor parte de los cuarenta millones de compatriotas ignoran la efeméride.
A pesar del silencio con el que la cultura institucional agasaja al Fundador de Falange Española, algunas pinceladas de azul mahón literario se dejan ver en las estanterías de librerías de comida rápida.
Desde el punto de vista de su accesibilidad por el gran público, la novedad más relevante es la que ha impulsado editorialmente Rafael Borrás (Ediciones B, colección cara y cruz) y que ha conseguido que Stanley G. Payne y Enrique de Aguinaga enjuicien (el primero en contra y el segundo a favor) la figura de José Antonio.