Parece que al final va a ser verdad, que muy de vez en cuando, la defensa de la libertad no se quedará en buenas palabras y muy pocos hechos. Por una vez – que pena que sea con tan poca frecuencia – una compañía prefiere la defensa de la libertad de expresión y unos principios a la posibilidad de incrementar sus ingresos.
Acabamos de conocer que la compañía de Internet Google va a dejar de operar con su buscador en China – temporalmente ha desviado las consultas a Hong Kong, aunque seguramente el régimen chino bloqueará completamente el acceso a éste - después de negarse a colaborar con el régimen chino en la persecución de disidentes políticos mediante el procedimiento de localizar conductas “sospechosas” y notificárselas al gobierno. Esta práctica sí se está llevando a cabo, lamentablemente, por los buscadores de Yahoo y Microsoft. Anteriormente a tomar esta decisión, la empresa ha mantenido una negociación con el gobierno para intentar llegar a un acuerdo que le permitiera seguir compitiendo por un mercado potencial de cuatrocientos millones de personas sin vulnerar las libertades individuales y la confidencialidad de uso de los usuarios. Mientras se desarrollaba esta negociación la empresa ha sido víctima de ataques informáticos provenientes de este pais, según las investigaciones abiertas por el gigante informático y el gobierno estadounidense.