Miguel Angel Loma

Las víctimas andaluzas del terrorismo etarra no han sido pocas aunque pocos las recuerden; no me refiero a los políticos, que a ellos sí nos los recuerdan sus partidos, y hacen bien, sino a los militares, guardias civiles y policías, brutalmente asesinados en un tiempo en que sus muertes eran una especie de tributo que debíamos pagar para aplacar las iras de una raza superior eternamente agraviada. Fue un tiempo en que sin apenas oraciones ni funerales, los cadáveres de las víctimas eran remitidos a sus pueblos de forma vergonzante como si ellos fuesen los asesinos y no los asesinados. Un tiempo en que sus familiares carecieron de una palabra de consuelo de los gobernantes nacionalistas vascos, acostumbrados a administrar el silencio, la ambigüedad y la indiferencia ante la masacre de españoles étnicamente imperfectos. Un tiempo en que esa Francia, que ahora se rasga las vestiduras por el ascenso de Le Pen, era el santuario de los asesinos; Europa miraba para otro lado y Estados Unidos no había descubierto la solidaridad internacional que tan imperativamente nos reclama hoy. ¿Quién se acuerda ya de aquellas víctimas, muchas de ellas muy jóvenes, salvo sus familiares y amigos? No sé qué sucederá en los corazones de sus padres, de sus esposas, de sus hijos, cuando llegan las fiestas de su ciudad y toca divertirse. No sé si les quedarán a ellos alguna maldita gana de diversión o si se sienten culpables sólo con pensarlo.

Leer más...


Miguel Ángel Loma

Creo que para su evasión aprovechó el hueco que le había dejado la migración de un ave nórdica. La mañana de su partida puso todo lo bien que pudo su planeta. Miró con cierto dolor el volcán del norte, siempre en erupción, y aleccionado por su padre, no quiso mirar los baobabs que le estaban creciendo en dos asteroides africanos, pero tomó esa dirección: había sido invitado por la Junta de gobierno del asteroide del Sur. Comenzó a visitarlo para buscar una ocupación y para instruirse, y posiblemente también para darse un baño de multitudes entre la parte más cálida de su pueblo, intentando recobrar algo del respeto que había perdido tras las frívolas murmuraciones de sus más fieles súbditos que le reprochaban un episodio amoroso que oficialmente nunca existió.

Leer más...


Juan Gabriel Labaké

Remitido desde Argentina. Nos hemos tomado la libertad de incluirlo en esta sección dado su interés y actualidad, ante la situación que están viviendo en nuestra nación hermana

En 1982 México declaró que no podía pagar su deuda externa.
En agosto de 1983, Henry Kissinger y David Rockefeller convocaron a una reunión reservada en la ciudad de Val, Colorado, EEUU, a una docena de primeras figuras de la política y las finanzas mundiales. Entre ellas estuvieron el francés Valery Giscard D’Estaigne (que había concluido poco antes su mandato como presidente de Francia y fue simultáneamente con José Alfredo Martínez de Hoz, secretarios custodios de los intereses de David Rockefeller para Europa y Sudamérica, respectivamente), Gerald Ford (reciente presidente de EEUU) y representantes de los cuatro o cinco mayores bancos multinacionales de EEUU y Europa.

Leer más...

Julio Sánchez

“No hay patriotismo fecundo si no llega a través del amargo camino de la crítica”
José Antonio

Es evidente que el patriotismo constituye uno de los pilares básicos de la ideología falangista. El patriotismo podría ser definido como un factor de movilización en base a un sentimiento de amor a la tierra propia, a una unidad histórica a la que sus naturales se sienten vinculados; pero sin que ello implique el individualismo del nacionalismo, que, como decía José Antonio, no es más que implantar los resortes espirituales más hondos sobre motivos físicos, sobre una mera circunstancia física.

Leer más...