¿Quién podía dudar que la acción ilegal e injusta de los EE.UU. y Gran Bretaña sobre Irak, traería consecuencias?
Aparte de Bush y Rumsfeld, que aparentemente creían que la vida real es como los dibujos animados o las películas de Hollywood, es probable que nadie tuviera demasiadas dudas sobre el resultado de la disparatada aventura criminal de los marines en mesopotamia. El terrorismo, lejos de haber sido erradicado, ha encontrado nuevas razones para su lucha. Ahora ha sido la sede de la ONU en Bagdad, a medida que la resistencia iraquí se reorganice, es más que probable que objetivos externos, lejos de Bagdad o Tikrit, empiecen a sufrir el ataque de suicidas o bombas que causarán tragedias personales entre muchos que incluso alzaron su voz para oponerse a la guerra.